Declaración de Fe
Decálogo STI
Conoce los principios o Declaración de fe que rige los valores del Seminario Teológico Internacional.
- Creemos que Dios es uno, eterno, Creador de todo lo que existe, Señor único del universo.
- Creemos que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, Quien gobierna y sustenta todas las cosas, es rector de la historia y conduce el devenir del cosmos, según el propósito de Su voluntad.
- Creemos que Dios tiene un plan universal eterno, conforme a Su voluntad. Es Dios quien gobierna el cosmos, su autoridad es absoluta, su esencia perfecta, sus decisiones indiscutibles.
- Creemos que Las Santas Escrituras, la Biblia, formada por el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, es la Palabra de Dios, inspirada e infalible. Solo la Biblia es nuestra fuente de autoridad, principios de fe cristiana y conducta.
- Creemos en el Hijo, Jesucristo, Dios hecho hombre, concebido del Espíritu Santo, es el único mediador entre Dios y la humanidad, su sacrificio, muerte y resurrección resultó en el perdón de los pecados de quienes depositan su fe en ÉL. Es todo Dios y todo hombre. Está sentado a la derecha de Dios Padre.
- Creemos que el Hijo volverá por su iglesia estableciendo su Reino.
- Creemos que la salvación es el acto de justificación del pecador a través de la Gracia de Dios; ejecutada en la Obra de redención de Jesucristo en la Cruz del Calvario, a favor del ser humano. Esta salvación se recibe mediante la fe.
- Creemos que El Espíritu Santo es Dios. Se hace presente en la vida del creyente en el momento de la salvación, lleva a cabo el proceso de regeneración y santificación de cada creyente. Equipando y capacitando a cada creyente para una vida espiritual plena y para el servicio a Dios en la iglesia.
- Creemos que la Iglesia es la asamblea de creyentes en Jesucristo, el Cuerpo de Cristo, creada por Dios y guiada por Su Santo Espíritu. Su responsabilidad es la evangelización mundial, la transmisión de la doctrina bíblica a través del discipulado, la adoración corporal a Dios, el servicio a los necesitados en el mundo (sean creyentes o no), y la comunión de los creyentes estrechando lazos fraternales y el amor.
- Creemos que en el tiempo final, en la segunda venida de Cristo, habrá resurrección de los muertos para el Juicio final, en el cual los impíos serán separados eternamente de la presencia de Dios y los justos vivirán con Él por siempre en tierra nueva y cielo nuevo.